“El hermoso signo del pesebre, tan estimado por el pueblo cristiano, causa siempre asombro y admiración. La representación del acontecimiento del nacimiento de Jesús equivale a anunciar el misterio de la encarnación del Hijo de Dios con sencillez y alegría. El belén, en efecto, es como un Evangelio vivo, que surge de las páginas de la Sagrada Escritura. La contemplación de la escena de la Navidad, nos invita a ponernos espiritualmente en camino, atraídos por la humildad de Aquel que se ha hecho hombre para encontrar a cada hombre. Y descubrimos que Él nos ama hasta el punto de unirse a nosotros, para que también nosotros podamos unirnos a Él.” 

(Papa Francisco, Carta Apostólica Admirabile signum).

En este año 2020 y por séptimo año consecutivo ofrecemos a nuestra comunidad virtual de Católicos con Acción una herramienta que les ayude a vivir este tiempo de Adviento. Desde su primera edición y hoy más que nunca, el Adviento con Acción quiere conectar nuestra vida con la Iglesia y el Evangelio, en comunión de fe, esperanza y caridad con nuestras familias, vecinos, amigos… en fin, con nuestros hermanos, con nuestro prójimo.

Este ha sido un año muy particular, la pandemia por el Covid-19 ha puesto a prueba nuestra fe al alejarnos de los templos, de la vivencia sacramental y de la práctica tradicional católica… la mayoría de nuestros católicos con acción debieron cerrar puertas y “quedarse en casa” en plena Cuaresma y vivir una Pascua totalmente diferente, desde sus familias, verdaderas iglesias domésticas vivas y activas en el tiempo que vivimos, con distancia social sí, pero no espiritual, pues la comunión de los santos ha estado más latente que nunca.  

En este contexto, el Adviento con Acción se convierte en una “comunión digital”. Muchos hemos sido testigos digitales o vivenciales de una latente desesperanza en nuestros países y regiones, tan llenos de necesidades materiales y espirituales. Es esa realidad la que queremos iluminar en este tiempo de Adviento, como preparación a la celebración de la Navidad, porque como cristianos somos sal de la tierra y luz del mundo y una luz no se enciende para ocultarla, sino para brillar desde lo alto (Mt. 5, 14-15).    

Pareciera que ser un católico con acción en este tiempo es un imposible, pues las circunstancias nos obligan a “quedarnos en casa” o “tomar distancia”… y que decir del “evita el contacto físico”, protegerte y “usar mascarilla” (o tapaboca). Pero precisamente en estas circunstancias, tantos hermanos y hermanas nuestras nos han dado testimonio de coraje y entrega, hemos sido testigos de una Iglesia misionera, que sale a las periferias y callejea su fe extendiendo su mano a los más necesitados. Hoy más que nunca es necesario que brille la luz de la fe con igual o mayor intensidad que las de nuestro árbol de navidad.  

Dependiendo del país o región en que te encuentres es muy probable que este año no puedas salir de casa y encontrarte presencialmente con tus hermanos, pero eso no quiere decir que no puedas ser un  cristiano con coraje y dispuesto a entregar su nada al Dios que lo es todo… un católico con acción que se pone en marcha espiritual (y digital) hacia Belén, donde nos espera Jesús Niño, aquel del que los ángeles anunciaron que es causa de buena noticia y no de temor, que llena de alegría a todo el pueblo, el Salvador, el Señor (Lc. 2, 10-12). Hoy más que nunca Dios está presente en cada hogar y corazón.

“Los cristianos adoptaron la palabra “Adviento” para expresar su relación con Jesucristo: Jesús es el Rey, que ha entrado en esta pobre “provincia” denominada tierra para visitar a todos; invita a participar en la fiesta de su Adviento a todos los que creen en él, a todos los que creen en su presencia… Dios está aquí, no se ha retirado del mundo, no nos ha dejado solos. Aunque no podamos verlo o tocarlo, como sucede con las realidades sensibles, él está aquí y viene a visitarnos de múltiples maneras”. (Benedicto XVI, 28 de noviembre de 2009)

Asumimos este Adviento 2020 como un reto de vida cristiano: Ante el miedo y la desesperanza de nuestro tiempo, ser auténticos testigos y discípulos en espera del Señor que pronto viene. El Adviento es nuestra preparación hacia la Navidad y con más fuerza debemos testimoniar la fe, alentar la esperanza y multiplicar la caridad… en fin, testigos del Evangelio de Jesús, el Salvador que nace. El Adviento con Acción en este año 2020 nos ayudará a acercarnos desde la fe y a descubrir lo que significa ser misioneros digitales… No hay mejor forma de llegar a Belén y adorar al Niño Jesús que poniendo tu fe en acción en tiempos de comunión virtual. 

Cada día compartiremos una imagen acompañada con un reto para que cada Católico con Acción pueda preparar su corazón para el nacimiento del niño Jesús. Este año el Calendario de Adviento 2020 se inspira en las “reuniones virtuales” que se convirtieron en la constante de muchas personas, y en los “personajes del pesebre” que van a reunirse precisamente con Jesús. Y esto no solo es un concepto de presentación y diseño, sino el mensaje de que la distancia no es excusa para quedarte de brazos cruzados y que como los pastores y los reyes, tú también tienes un lugar en el misterio de Belén. 

Cada día, a través de las redes sociales de Católicos con Acción –principalmente en Facebook e Instagram – se compartirán cada uno de los retos, acompañados de reflexiones e ideas en torno al reto del día. Y como siempre, esta herramienta es de y para la Iglesia; descarga el Calendario de Adviento con Acción y compártelo en las Parroquias, comunidades eclesiales, colegios, escuelas, grupos juveniles, movimientos, pastorales, familias… 

¡Ponte en camino como los pastores y los reyes magos! Atraviesa las “redes”, “conéctate” con el pesebre y deja que Belén nos acerque en oración, para que nada ni nadie nos aleje de Jesús en este tiempo, Él que es nuestra esperanza, nuestra salvación, nuestra paz. 

«Más ahora, en Cristo Jesús, ustedes, los que en otro tiempo estaban lejos, han llegado a estar cerca por la sangre de Cristo. Porque Él es nuestra paz: el que de dos pueblos hizo uno, derribando el muro que los separaba…» (Efesios 2, 13-14)

Equipo de Católicos con Acción ®

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